"A otros el universo les parece honesto. Les parece honesto a la gente honesta, porque tienen los ojos castrados. Ésta es la razón po la que temen la obscenidad. No experimentan angustia alguna si escuchan el grito del gallo o si descubren el cielo estrellado. En general, difrutamos de los "placeres de la carne" a condición de que sean insípidos.
Pero, ya por entonces, no cabía duda alguna: no me gustaba lo que suele llamarse "placeres de la carne", y de hecho porque son insípidos. Me gustaba lo que suele considerarse "sucio". Por el contrario, no me satisfacía para nada la orgía habitual, porque sólo ensucia la orgía y, de todos modos, deja intacta una esencia elevada y perfectamente pura. La orgía que conozco mancilla no sólo mi cuerpo y mis pensamientos, sino todo lo que imagino ante ella y, sobre todo, el universo estrellado...
Asocio la luna a la sangre de las madres, a las menstruaciones cuyo olor produce náuseas."
Georges Bataille - Histoire de l'oeil (1928).
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