Proposición IX. En ocasiones, Marcela se conduce con una naturalidad insultante. En tales momentos no conoce la vergüenza ni el error. Las cosas son lo que son y Marcela está entre las cosaS sin plantearse su sentido o pertinencia, sin padecer, en cualquier caso, su violencia muda. Cuando se desenreda el cabello, cuando se mordisquea la uñas, cuando se masturba en silencio, se diría perdida en una suerte de Nirvana transitorio y portátil. Me exaspera. Esa imbecilidad beatífica –he de confesarlo- me saca de quicio y agrieta mi gélida imparcialidad de científico. En tales momentos, desearía estrangularla con mi viejo estetoscopio.
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Proposición X (b). Los pies descalzos de Marcela manchados de barro del jardín. Los pies descalzos de Marcela sobre lo que se diría una sábana arrugada. Los pies descalzos de Marcela –el izquierdo sobre el derecho- con las uñas pintadas de esmalte negro. Los pies descalzos de Marcela tomados desde arriba. Los pies descalzos de Marcela tomados desde abajo. ‘Uncharted territory’: la fina epidermis de las plantas surcada por la geometría desquiciada de miles de líneas se resiste al bisturí de mi razón analítica y quirúrgica. Después de haber revisado algunas de las fotografías incluidas en mi archivo ‘Aproximaciones a la Podosofía de M.’, las extraigo de sus fundas de plástico, las barajo varias veces y las voy distribuyendo entre la colección de zapatos de Marcela: sandalias con tacón, chinelas, sandalias sin tacón, botas de caña alta, botines, mocasines, manoletinas, deportivas, etc. Después le asigno un número a cada una de las combinaciones así obtenidas; por un momento me embarga la euforia, pero […]
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Proposición X (b). Los pies descalzos de Marcela manchados de barro del jardín. Los pies descalzos de Marcela sobre lo que se diría una sábana arrugada. Los pies descalzos de Marcela –el izquierdo sobre el derecho- con las uñas pintadas de esmalte negro. Los pies descalzos de Marcela tomados desde arriba. Los pies descalzos de Marcela tomados desde abajo. ‘Uncharted territory’: la fina epidermis de las plantas surcada por la geometría desquiciada de miles de líneas se resiste al bisturí de mi razón analítica y quirúrgica. Después de haber revisado algunas de las fotografías incluidas en mi archivo ‘Aproximaciones a la Podosofía de M.’, las extraigo de sus fundas de plástico, las barajo varias veces y las voy distribuyendo entre la colección de zapatos de Marcela: sandalias con tacón, chinelas, sandalias sin tacón, botas de caña alta, botines, mocasines, manoletinas, deportivas, etc. Después le asigno un número a cada una de las combinaciones así obtenidas; por un momento me embarga la euforia, pero […]
[De Ars Combinatoria]
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