jueves, 1 de diciembre de 2011

ESPECIAL 5º ANIVERSARIO. De-blogging: Rodrigo Sepúlveda.




Cansado de esperanzas,
Persigo realidades.
Cuando el viento contrario
Arrecia en sus embates,
Navego a cualquier viento
En mi ligera nave.


"Mi Dicha" en "Bromas, Ardides y Venganzas" Nietzsche




El individuo es selectivo, tanto en su exposición, en la percepción de la información, como también en la memorización de la información que recibe. En dicho proceso para ordenar sus ideas y ayudar a la memoria, recurre a notas, agendas, diarios de campo, bitácoras, sistematizaciones, etc.

Hoy en día ante la amplia gama de información a la que estamos expuestos a través de los distintos medios de comunicación, es posible que cada individuo con una computadora y conexión a internet, puede si así lo desea, compartir sus preferencias, notas, reflexiones, y ordenar sus búsquedas a partir de un blog o bitácora.

¿Pero que es lo que llama tanto la atención de este medio?

Las principales inquietudes podrían agruparse primero; a partir de los defensores de estas nuevas prácticas, los cuales afirman que su especial disposición mediática es un espacio de participación con efectos no sólo virtuales, sino que también a partir de dicha instancia en la cual han canalizado sus búsquedas y preferencias, han abierto una nueva posibilidad en la reivindicación de sus intereses, y segundo; que este medio responde a formas de comunicación "idealmente" democráticas del hombre (y la mujer), actuando como un espejo de lo social, implicando que dicho imaginario se acomode con facilidad a este lenguaje, desarrollando y replicando aspectos tanto negativos como positivos de las relaciones humanas, transformándose en una suerte de "gran experimento" (tanto comunicativo como real) y por tanto un referente analítico necesario para el análisis de los nuevos modelos de participación social.
Las "nuevas" formas de comunicación en este sentido, suponen por lo general un status de "libertad" desde el cual un emisor comunica algo a un receptor o grupo de receptores en una suerte de contagio al interior de "medios" (artefactos) que se organizan casi naturalmente al interior de una "democracia de las diferencias", las cuales habrían dado un salto a nuevas formas expresión al interior de las relaciones sociales de producción y reproducción de sentido, con independencia de los medios de producción y sujeción política nacionales.

En otras palabras lo que se plantea, es que son los mismos medios de comunicación en un exceso de sentido (informacionalización) al interior de la "democracia capitalista", los que han permitido nuevas formas de satisfacción individual, ahora desdobladas al interior del goce colectivo, posibilitando una comunicación sin treguas, democrática, libre y sin censura.

¿Es todo esto posible?

Las consideraciones que involucran atender la diferenciación entre lo público y privado reaparecen con la consolidación del Estado Moderno, en donde ambas esferas cobran un valor normativo y permiten articular "formas jurídicas" gracias a la institucionalización de la sociedad civil. Es aquí donde surge la "Publicidad Representativa", sustentada en criterios de validez socialmente admitidos (públicos).

El tránsito de este modelo a la publicidad moderna (sociedad burguesa) se debe al tráfico de mercancías y noticias esenciales para su desarrollo, lo que inaugura un nuevo marco de relaciones de dominación que se van desarrollando primero de forma artesanal, luego a partir de folletos (noticias mercantiles) hasta la aparición de los primeros periódicos que le permiten a la burguesía controlar la información a partir de la formación o construcción de la "opinión pública".

Aquí la publicidad desarrolla una relación con el Estado expresada a partir de la negatividad de lo social, implantando metáforas de interés y bien colectivo, que implican un emplazamiento de dicho interés, dejando de ser la economía un ámbito estrictamente privado, pasando a ser un problema público, que determina la conversión en mercancía de las relaciones sociales.

Este sistema de dominación se instala al interior de la vida privada, lugar "par excellence" del desarrollo burgués, articulando la dominación y creando la imagen o creencia de una polarización entre el Estado y la Opinión Pública. Siguiendo en este sentido al joven Marx, los estamentos políticos de las sociedades pre-burguesas se disuelven en la burguesa convirtiéndose en meros estamentos sociales, como mediadores entre el Estado y la Sociedad, la idea de una dependencia de la opinión pública compuesta por propietarios privados racionales "autónomos" tan solo expresan un momento ideológico, en tanto autocomprensión de las circunstancias y relaciones políticas.
La "autonomía" entonces, generada a partir de la reproducción de los diversos intereses al interior de los nuevos medios de comunicación y según la manifiesta democratización de las tecnologías, permiten el acceso de un amplio grupo de actores sociales al world wide web, implicado un tejido de relaciones que conjuntamente con las nuevas formas de trabajo inmaterial, y la aparente disolución de las diferencias existentes entre los distintos tipos de usuarios, ha invisibilizando las condiciones reales de precariedad social de aquellos en sus distintos niveles (condiciones materiales de existencia).

¿Cómo llegamos a esto?

Como hemos revisado lo rasgos inherentes al poder que tienen las comunicaciones, desarrollados a partir de sus "artefactos" también llamados "extensiones mediáticas" construidas por el hombre, han transformado la comunicación mediatizada de las relaciones humanas, extinguiendo progresivamente la diferencia entre representación y realidad, esto dada su extensión, acumulación e internalización tecnológica, que permiten la generación de nuevas "herramientas" las que se expresan en mayores niveles de participación e igualación social.

Estos efectos en la actualidad a propósito de los llamados "estudios empíricos", establecen un distanciamiento con las teorías relativas a la manipulación, la persuasión, o las influencias que tienen los medios, y pasan a explicarse a partir de las mismas relaciones comunitarias o sociales. El hombre (conocimiento colectivo), frente a la máquina (relaciones sociales) se replican satelitalmente reproduciendo los lugares de campo afines, confluyendo en recíprocas interacciones de los componentes de un grupo cualquiera, de manera en la cual se generan (derivan), cristalizándose en opiniones generales al interior del medio.

Este punto es sumamente importante, y por lógica ya no es ninguna novedad, el conocimiento en principio colectivo (acumulado históricamente) se ha expresado como lo plantea la moderna lingüística en una trama en red, en donde el hablante aparece como el circuito, y la trama lo hablado, en el sentido de que ya no es alguien el que dice algo, sino que es el habla misma en su extensidad la que conforma el universo de lo real, donde el hablante y lo hablado expresan lugares nodales de lo nombrable.
Esta idea también tildada como postmoderna, tiene de antesala el desarrollo teórico de la filosofía político anarquista, específicamente a partir de P J. Proudhon, vasta con señalar en este sentido la estrecha relación entre "los derechos comunes" de la propiedad intelectual y su clásica proclama "la propiedad es un robo" o por ejemplo su visión del mutualismo en equilibrio económico, que implica una coherencia entre las formas de comunicación y la "reconstrucción de la sociedad futura" basada en la refundición total de la sociedad. También y más conocido es el "fragmento sobre las máquinas" y la "general intellect" de Karl Marx, que supone un "cerebro general" en el cual el capital fijo, en particular la maquina "inteligente", puede, incorporar el intelecto general de los seres humanos.

La potencia colectiva de los cuerpos se reagrupa a partir de esta idea conjuntamente para alcanzar los objetivos de la producción, lo que implica que la potencia intelectual colectiva se emplea directamente en la producción.

Dado que la tecnología informática y las extensiones mediáticas han llegado a ser más importantes como medios de producción que el "trabajo material", es que la refundición de lo social o el intelecto general se convierten más y más no solo un recurso directo, o un problema teórico para sociólogos, ciber anarquistas o marxistas sino la fuerza principal de la producción social.
04/08/2007


Bibliografía
Eduardo Grüner: "La Experiencia de La Cosa [Política]"
Jürger Habermas: "Historia y crítica de la Opinión Pública"
Jean Baudrillard: "La Transparencia del mal"
Armand Mattelart: "Historia de las teorías de comunicación"
Mauro Wolf: "La investiación en la comunicación de masas"
Pierre Ansart: "El nacimiento del anarquismo"

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