“Sí. ¿Quién es?”
“¿Pero cómo que quién es? ¡Silvestre! ¿Estás de broma o qué? Dices que sí, después “¿quién es?”, y ni reconoces mi voz. Me compraste un móvil para que llamase sólo a ese número y con aquel nombre en clave, ¿cómo es?”
[…]
“¿Entonces no me dijiste que preguntase siempre por Silvestre y que, si tu mujer se ponía y contestaba que no había ningún Silvestre, dijese “disculpe, señora, he debido equivocarme de número”? ¡Joder, Silvestre!”
“Pero ¿la señora por quién pregunta?”
“Por Silvestre.”
“Pues debe de haberse equivocado porque que aquí no hay ningún Silvestre, y voy a colgar.”
[“Está? Silvestre? Estás-me a ouvir?”
“Sim. Quem fala?”
“Quem fala mais como? Silvestre! Estás no gozo ou quê? Dizes que sim e depois quem fala nem conheces a minha voz? Compraste-me um celular para eu ligar só para esse número e com aquele código, como é?”
[…]
“Então tu não me disseste para dizer sempre Silvestre e se fosse a tua mulher a atender que não tem aqui Silvestre, desculpe minha señora que são linhas trocadas! Bolas, Silvestre!”
“Mas a senhora está a ligar pra quem?”
“Para o Silvestre.”
“Mas deve ser engano que aquí não tem nenhum Silvestre e vou desligar.”]
Fragmento de O telefone celular, incluido en Estórias de Conversa (2006).
MÁS MANUEL RUI EN LA RED.
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JOÃO MELO nació en Luanda en 1955. Además de escritor, es periodista, publicitario, profesor de literatura y diputado de la Asamblea Nacional. Tiene, como Rui, formación jurídica y ha vivido en Portugal y Brasil. Es también uno de los fundadores de la União dos Escritores Angolanos (UEA), organización en la que ha desempeñado varios cargos de responsabilidad. Pepetela, uno de los pocos escritores angoleños cuya obra se publica regularmente en España, ha afirmado de él: “estamos ante un eximio cuentista, lleno de imaginación y de audacia narrativa”. Habría tal vez que añadir que se trata de un habilísimo narrador, particularmente dotado para la ironía y la sátira social.
“Un rico que se precie, sea viejo o joven, tiene que tener tres cosas por lo menos (además de mucha pasta, claro está): perro, guardia personal y una amante. Guardia y amante tenía, pero perro, no. Se negaba terminantemente a tener bichos de cualquier especie en la casa oficial (así era como designaba la casa donde vivía con su así llamada esposa y sus tres hijos) o incluso en el apartamento que recientemente le pusiera a la amante. Ésta había insistido, amenazado con un telele, pero cuando él le dijo que, en caso de que continuase montando jaleo, dejaría de pagarle las facturas, ella se quedó mucho menos estresada. Es casi seguro que jamás había leído a José Cardoso Pires, por lo que no podía saber lo que le pasó, en uno de los cuentos más perturbadores del escritor portugués, a una mujer que se quedaba día tras día en casa con un pastor alemán. Pero, sea como fuere, acaso intuitivamente, fue perentorio:
- ¡No pienses que soy como esos más viejos, que vinieron de la selva sin haber visto una mujer en la vida, y que aceptan todo lo que ellas dicen o quieren!”
[“Um rico que se preze, seja ele velho ou novo, tem que ter três coisas, pelo menos (além de muito cumbu, claro): cão, guardia pessoal e uma amante. Guarda e amante ele tinha, mas cão, não. Recusava-se terminantemente a ter bichos de qualquer espécie, na casa oficial (era assim que ele designava a casa onde morava com a chamada esposa e mais três filos) ou até mesmo no apartamento que recentemente arranjara para a amante. Esta bem insistira com ele, ameaçara ter uns chiliques, mas quando ele disse que, caso ela continuasse a fazer confusão, deixaria de lhe pagar as contas, ficou menos estressada. Quase certamente, ele jamais lera José Cardos Pires, pelo que não podia saber o que acontecera, num dos contos mais perturbadores do escritor portugués, a uma mulher que ficava dias a fio dentro de casa com um pastor alemão. Mas, seja como for, talvez intuitivamente, foi permptório:
- Não penses que eu sou como esses mais-velhos, que vieram da mata e nunca viram uma mulher na vida, aceitando tudo o que elas dizem ou querem!”]
Fragmento de Uma estória canina, incluida en The Serial Killer e outros contos risíveis ou talvez não (2004).
“Pero, camarada Antonio, ¿no prefieres que el país sea así, libre?, me gustaba hacerle aquella pregunta cuando entraba en la cocina. Abría la nevera, sacaba la botella de agua. Antes de alcanzar los vasos, el camarada Antonio me pasaba uno. Sus manos dejaban huellas de grasa en el cristal, pero yo no tenía el valor de rechazar aquel gesto. Me servía, bebía un trago, dos, y me quedaba esperando su respuesta.
El camarada Antonio respiraba primero. Después cerraba el grifo. Se limpiaba las manos, revolvía el fuego del fogón. Entonces decía:
- Muchacho, en el tiempo del blanco esto no era así…
Después sonreía. Yo quería entender aquella sonrisa. Había oído historias increíbles de malos tratos, de malas condiciones de vida, de sueldos injustos y todo lo demás. Pero al camarada Antonio le gustaba aquella frase suya en favor de los portugueses, y sonreía así, con aire misterioso.”
[“Mas, camarada António, tu não preferes que o país seja assim livre?, eu gostava de fazer essa pregunta quando entrava na cozinha. Abria a geleira, tirava a garrafa de água. Antes de chegar aos copos, já o camarada António me passava um. As mãos dele deixavam no vidro umas dedadas de gordura, mas eu não tinha coragem para recusar aquele gesto. Servia-me, bebia um golo, dois, e ficava à espera da resposta dele.
O camarada António respirava primeiro. Fechava a torneira depois. Limpava as mãos, mexia no fogo do fogão. Então, dizia:
- Menino, no tempo do branco isto não era assim…
Depois, sorria. Eu mesmo queria entender aquele sorriso. Tinha ouvido histórias incríveis de maus tratos, de más condições de vida, pagamentos injustos, e tudo mais. Mas o camarada António gostava dessa frase dele a favor dos portugueses, e sorria assim tipo misterio.”]
2 comentarios:
Hola. Llevo media mañana merodeando por tu blog, que es interesantísimo. Está lleno de información y se aprende mucho sobre asuntos muy diversos, aunque con un sentido crítico interno que intuyo compartimos. Hay textos absorbentes e imágenes sorprendentes. No conocía la foto de Sartre y Foucault. Magnífica. Y los montajes del Agritprov son sensacionales. Si no te importa, usaré algunos con la correspondiente cita, claro. Me he dejado para más tarde (o quizá mañana, ya que tengo curro) una lectura sosegada de lo que dices de Simenon. Eres el primer bloguero al que leo algo sobre Sim, de quien devoré novelas sin cuento cuando adolescente, hasta el punto de que en mis recuerdos no distingo bien entre lo vivido y lo leído.-
Voy a poner un enlace a tu blog en el mío.
Salud.
Muchas gracias, Palinuro.
Haremos lo propio...
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