miércoles, 14 de marzo de 2007

LES BELLES. Ashley Judd.

Su nombre completo es Ashley Tyler Ciminella y anda ya cerca de los cuarenta. Es hija y medio hermana de cantantes de country. Se la conoce también por los remoquetes de Ash y Sweet Pea. Nació en la California e imagino que por allí ha de tener su residencia actual. Según se dice, fue modelo antes que actriz. En general ha participado en producciones cinematográficas perfectamente prescindibles. Bobas, banales, huecas; destinadas a un consumo rápido y poco exigente de imágenes en movimiento. Con un par de excepciones –si tenemos en cuenta que no las he visto todas y que aún no he tenido ocasión de asomarme a la que ha rodado en fechas recientes con William Friedkin, Bug-: De-Lovely (Irwin Winkler, 2004), en la que interpreta a la sufrida esposa del genial compositor pero escasamente heterosexual Cole Porter; y la que ahora nos interesa, Normal Life, dirigida en 1996 por una de los más interesantes directores de la última hornada de cineastas estadounidenses, John McNaughton. Esta última salva toda su carrera en el cine.



“I’m not a normal person. If I’m alive, I want to be alive […]”-dice Pam Anderson.
Pam Anderson es una chica autodestructiva e incapacitada para someterse al infierno cotidiano y sus normas aniquiladoras. Pam Anderson está enferma de esa lucidez paralizante que descubre la sordidez, la mediocridad y la cobardía bajo los gestos insustanciales de la vida cotidiana. Sencillamente, no puede.
La grisura de la normalidad –se ha dado cuenta sin darse cuenta- es la más eficaz asesina de la libido. Un terreno en el que no puede proliferar la vida. La normalidad, la vida cotidiana: rituales vacíos que van amontonándose con el sucederse de los días, el último onerosamente idéntico al anterior, y al anterior, y al anterior, y así sucesivamente.
Y a ese hallazgo le sigue otro como una consecuencia ineluctable. Sólo el crimen puede romper la cadena. O, cuando menos, construir un simulacro soportable de ruptura. De subversión, si se quiere.
El crimen restituye el deseo a su lugar dominante: cura la frigidez. Y es aquí donde se abre un hueco la fantasía que nos atrae tanto: la ilusión falocrática e infantil de quien se cree capaz de integrar de nuevo en el mercado del placer a quien se había negado a encerrarse en su lógica.
Pam Anderson. ¡Ah, cómo me hubiera gustado llevar su nombre tatuado en ese arco carcelario que va del pulgar al índice!
*
* *

Arcwelder - Criminal (1993)

I have this dream involving you and me

It grows then fades changing every day

Fine tune it then it fades out again

Feel like Im a criminal[chorus]

Could it be - you dont try to understand

Now could it be - you should lead and not command

Now could it be - I wont give in to your demands

Feel like Im a criminal

Am I that dense - you tell me no offense

Then criticize right between the eyes

Black dirt white grain - ideas wash down the drain

Step back away - listen to what you say

Its got to go and I think you should know

Feel like Im a criminal

*

* *

amputacioneS se pasa a su pesar al soft porno. Hubiera deseado incrustar aquí algún otro fragmento de la película. Tenía de hecho localizado uno, brevísimo, en el que se veía a Ash, tomada en plano americano, echándose un pito al claro de luna, mucho más seductor y con una carga erótica no tan evidente pero considerablemente más perturbadora que el que aquí os ofrezco, pero inexplicablemente lo han eliminado de Youtube y nos han privado de su disfrute. Lo que nos queda es lo que se ve, y tiene al menos un defecto: Luke Perry ensucia el plano.


[Si tienes problemas para ver las imágenes,

utiliza el siguiente ENLACE]

ASHLEY JUDD EN LA IMDB.

ANTES EN LES BELLES.

No hay comentarios: