George Rodger nació en Hale (Reino Unido) a comienzos del siglo veinte y murió en Smarden (Kent) casi noventa años después; su cámara apresó los horrores de la centuria que inventó el genocidio industrializado. A finales de los años 20 se embarca en la marina mercante y acaba al otro lado del Atlántico, hambreando por las calles de la Gran Depresión y currando de lo que se tercie. En 1936 vuelve a su tierra y se convierte en fotográfo de estudio para la BBC. Compra entonces su primera 35 mm. La agencia Black Star lo contrata como free-lance el mismo año en que, en Europa, empieza la carnicería. Comienza su carrera como corresponsal de guerra para la revista Life: fotografía el Blitz de Londres, las acciones bélicas de los aliados, el terror y la miseria de la guerra, y, al final, las pilas de cadáveres abandonadas por los nazis en la desbandada. A Rodger le cabe el dudoso honor de ser el primer fotógrafo británico que penetra en el campo de Bergen-Belsen tras la huida de los alemanes. "Los niños pequeños apoyan la cabeza sobre los fétidos cadáveres de sus madres. Ni siquiera tienen fuerzas para llorar", escribe en su cuaderno de notas. Tras la guerra, en 1947, se reúne con cuatro viejos camaradas (Robert Capa, David Seymour, Henri Cartier-Bresson y Bill Vandivert) para fundar la Agencia Magnum. A finales de esa misma década y a pesar de que no falta trabajo en el sector, abandona la fotografía de guerra y viaja por el continente asiático y por África. Sus reportajes sobre los Nuba del Sudán son piezas maestras de la fotografía etnográfica del siglo pasado.
"Algunas imágenes de George Rodger forman parte de nuestra memoria colectiva." - Henri Cartier-Bresson.
El Blitz de Londres (1940)
Liberación de Bruselas (1944)
Bergen-Belsen (1945)
Bergen-Belsen (1945)
Los Nuba del Kurdufán (1949)
Luchadores Nuba (1949)
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