"La faculté de consommer beaucoup et à une cadence rapide, en changeant de voiture, d'alcool, de maison, de radio, de fille, indique désormais sur l'échelle hiérarchique le degré de pouvoir auquel chacun peut prétendre. De la supériorité du sang au pouvoir de l'argent, de la supériorité de l'argent au pouvoir du gadget, la civilisation chrétienne et socialiste atteint son stade ultime : une civilisation du prosaïsme et du détail vulgaire. Un nid pour les petits hommes dont parlait Nietzsche.
Le pouvoir d'achat est la licence d'acheter du pouvoir. L'ancien prolétariat vendait sa force de travail pour subsister ; son maigre temps de loisir, il le vivait tant bien que mal en discussion, querelles, jeux de bistrot et de l'amour, trimard, fêtes et émeutes. Le nouveau prolétariat vend sa force de travail pour consommer. Quand il ne cherche pas dans le travail forcé une promotion hiérarchique, le travailleur est invité à s'acheter des objets (voiture, cravate, culture...) qui l'indexeront sur l'échelle sociale. Voici le temps où l'idéologie de la consommation devient consommation d'idéologie.
[...]
Le point culminant serait la société cybernéticienne composée de spécialistes hiérarchisés selon leur aptitude à consommer et à faire consommer les doses de pouvoir nécessaires au fonctionnement d'une gigantesque machine sociale dont ils seraient à la fois le programme et la réponse. Une société d'exploiteurs-exploités dans une inégalité d'esclavage."
Traité de savoir-vivre à l'usage des jeunes générations (1967).
"La facultad de consumir mucho y a un ritmo rápido, cambiando de coche, de alcohol, de casa, de radio, de mujer, indica de ahora en adelante en la escala jerárquica el grado de poder al cual cada uno puede pretender. De la superioridad de la sangre al poder del dinero, de la superioridad del dinero al poder del gadget, la civilización cristiana y socialista alcanza su estadio último: una civilización del prosaísmo y de la banalidad vulgar. Un nido para los homúnculos de que hablaba Nietzsche.
El poder adquisitivo es la licencia para comprar el poder. El antiguo proletario vendía su fuerza de trabajo para subsistir; su reducido tiempo de ocio se pasaba -mejor o peor- en discusiones, peleas, juegos de taberna y del amor, caminos, fiestas y motines. El nuevo proletariado vende su fuerza de trabajo para consumir. Cuando no busca en el trabajo forzado una promoción jerárquica, el trabajador es invitado a comprarse objetos (automóvil, corbata, cultura...) que le situarán en la escala social. Éste es el momento en el que la ideología del consumo se transforma en consumo de la ideología.
[...]
El punto culminante será la sociedad cibernética compuesta de especialistas jerarquizados según su aptitud para consumir y hacer consumir las dosis de poder necesarias para el funcionamiento de una gigantesca máquina social de la que serían a la vez el programa y la respuesta. Una sociedad de explotadores-explotados en una desigualdad de esclavitud."
Traducción de Javier Urcanibia
2 comentarios:
¿y lo compartes tú y ves que se traduce en lo que sucede en 2007?
:-)
amor
Sospecho que sí y a una escala que los situacionistas no hubieran siquiera imaginado hace cuarenta años.
En cualquier caso, el motivo de volcar citas aquí no es tanto expresar a las claras lo que yo piense o deje de pensar, cuanto provocar extrañeza, reflexiones, repulsa, asentimiento o lo que sea en quienes tengan a bien asomarse a estos apuntes a veces un poco apresurados.
Por eso te devuelvo la pregunta:
¿a ti qué te parece?
Gracias finalmente por tu visita. Me pasaré a echar un vistazo a tu blog, que no conocía...
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