miércoles, 20 de agosto de 2008

LIBROS CONTADOS. Écrits Politiques (1953-1993) - Maurice Blanchot





Les Cahiers de la NRF-Gallimard acaba de publicar los Écrits Politiques (1953-1993) de Maurice Blanchot. La edición, a cargo de Éric Hoppenot, integra textos ya aparecidos en la selección del año 2003 en Lignes / Léo Scheerer e incorpora algún que otro inédito y algunas notas de contextualización que se echaban en falta en la recopilación anterior. Así que, a pesar de todo, puede decirse que se trata de una novedad editorial, y acaso una de las más destacables en un mercado que, por lo que se refiere a la literatura política, ha estado saturado esta temporada por la conmemoración de los acontecimientos de Mayo.

Y no es que Mayo del 68 no esté presente en los textos de intervención pública de Blanchot. Muy al contrario. Las revueltas de Mayo ocupan aproximadamente un cuarto de la extensión total del libro. Sin embargo, el poder encantatorio de la fecha y su potencial como reclamo comercial quedan diluidos en el paréntesis cronográfico del título. El 68 se difumina del mismo modo que Blanchot se pierde en el anonimato o en la composición de textos de firma colectiva. Blanchot se revela así como el reverso del intelectual comprometido parisino al modo de Sartre. Rehuye los neones y escapa de lo sistemático, pero, cuando el acontecimiento lo reclama, su voz sin nombre está siempre disponible.

La referencia a las fechas tiene, con todo, más enjundia de lo que pudiera pensarse en un primer momento. Para quienes se acerquen por primera vez a la obra de Blanchot o conozcan a medias al personaje, el título puede llevar a engaño. Estos Escritos Políticos no incluyen, como pudiera parecer, todos los escritos políticos que el autor de Thomas el Oscuro produjo a lo largo de su vida (1907-2003). Como señala Hoppenot en su introducción con un giro eufemístico algo sospechoso, aquí se descuidan los “extravíos [de Blanchot] en los periódicos de la derecha nacionalista durante los años treinta”. Porque, en efecto, el Blanchot que se presenta en estos textos es el protagonista y el resultado de una de las más sorprendentes labores de reconstrucción ideológica producidas en la Francia de la Segunda Posguerra. Un Blanchot II, por así decir. Publicista activísimo de la nebulosa protofascista del non-conformisme en la década de los treinta, Maurice Blanchot se transforma, tras tres lustros de duelo y silencio, en militante anti-gaullista, en autor principal del llamado Manifiesto de los 121 y en uno de los más combativos escritores de la izquierda radical durante los movidas de Mayo.

A la espera de una improbable versión en castellano o de que algún editor osado me ofrezca un contrato de traducción, ahí va un par de ejemplos de lo que el libro ofrece:



RUPTURA DEL TIEMPO: REVOLUCIÓN


Desde el instante en el que, por el movimiento de las fuerzas que tienden a la ruptura, la revolución se manifiesta como posible, de una posibilidad no abstracta, sino histórica y concretamente determinada, desde ese instante, la revolución ha tenido lugar. El único modo de presencia de la revolución es su posibilidad real. Entonces, hay interrupción, suspense. En esa interrupción, la sociedad se deshace de parte a parte. La ley se desploma. La transgresión se produce: es, por un instante, la inocencia; la historia interrumpida.

Walter Benjamin: “El deseo consciente de romper la continuidad de la historia pertenece a las clases revolucionarias en el momento de la acción. Es una consciencia semejante la que se afirma en la revolución de julio. En la velada del primer día de lucha, simultáneamente aunque por iniciativas independientes, en diversos lugares se disparó contra los relojes de París” (P. 189).




Blanchot-Lévinas

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