martes, 9 de junio de 2009

VOCES. 1909-2009: El Futurismo ya es historia. España




Proclama Futurista a los Españoles

Ramón Gómez de la Serna


¡Futurismo! ¡Insurrección! ¡Algarada! ¡Festejo con música wagneriana ! ¡Modemismo! ¡Violencia sideral! ¡Circulación en el aparato venoso de la vida! ¡Antiuniversitarismo! ¡Tala de cipreses! ¡Iconoclastia! ¡Pedrada en un ojo de la Luna! ¡Movimiento sísmico resquebrajador que da vueltas a las tierras para renovarlas y darles lozanía! ¡Rejón de arador! ¡Secularización de los cementerios! ¡Desembarazo de la mujer para tenerla en la libertad y en su momento sin esa gran promiscuación de los idilios y de los matrimonios! ¡Arenga en un campo con pirámides! ¡Conspiración a la luz del sol, conspiración de aviadores y «chaufeurs»! ¡Abanderamiento de un asta de alto maderamen rematado de un pararrayos con cien culebras eléctricas y una lluvia de estrellas flameando en su lienzo de espacio! ¡Voz juvenil a la que basta oír sin tener en cuenta la palabra: ese pueril grafito de la voz! ¡Voz, fuerza, volt, más que verbo! ¡Voz que debe unir sin pedir cuentas a todas las juventudes como esa hoguera que encienden los árabes dispersos para preparar las contiendas! ¡Intersección, chispa, exhalación, texto como de. marconigrama o de algo más sutil volante sobre los mares y sobre los montes! ¡Ala, hacia el Norte, ala hacia el Sur, ala hacia el Este y ala hacia el Oeste! ¡Recio deseo de estatura, de ampliación y de velocidad! ¡Saludable espectáculo de aeródromo y de pista desorbitada! ¡Camaradería masona y rebelde! ¡Lirismo desparramado en obús y en la proyección de extraordinarios reflectores! ¡Alegría como de triunfo en la brega, en el paso termopilano! ¡Crecida de unos cuantos hombres solos frente a la incuria y a la horrible, apatía de las multitudes des! ¡Placer de agredir, de deplorar escéptica y sarcásticamente para verse al fin con rostros, sin lascivia, sin envidia y sin avarientos deseos de bienaventuranzas: deseos de ambigú y de reposterías! ¡Gran galop sobre las viejas ciudades y sobre los hombres sesudos, sobre todos los palios y sobre la procesión gárrula y grotesca! ¡Bodas de Camacho divertidas y entusiastas en medio de todos los pesismismos, todas las lobregueces y todas las seriedades! ¡Simulacro de conquista de la tierra, que nos la da!


(Prometeo, núm. 20, 1910)



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La influencia del Futurismo en España - Juan Agustín Mancebo (2006)


En 1909, la revista Prometeo da a conocer el Manifiesto futurista que Marinetti había publicado dos meses antes en Le Figaro, sólo un mes después de su aparición en Poesia, revista internacional de carácter simbolista-decadentista dirigida por el poeta italiano, donde colaboraban escritores tan poco proclives a la militancia estética como Unamuno. Pese a que se documenta como el inicio de la vanguardia en España, lo cierto es que la trascendencia del escrito fue distinta a la de otros países. Mientras que en Europa las teorías del futurismo corrieron como un reguero de pólvora –con Reino Unido y la Rusia presoviética como mejores ejemplos–, el carácter que adquirió en España fue trascendente en campos como el literario y algo más desorganizado en el terreno plástico. El futurismo coincidió con la falta de identidad ante las transformaciones derivadas del progreso tecnológico tanto lamentaban los miembros de la generación del 98 y los modernistas. Esta crisis se podía vislumbrar a través de los artículos como “Llamamiento a los intelectuales” de Andrés González Blanco (1908) o “Arte Joven” de Silverio Lanza (1909). De ahí el reclamo de atención hacia las corrientes vanguardistas, en concreto a un movimiento que afirmaba vivir en el “presente absoluto” que va a tener repercusión en Ultraísmo, que Marinetti posteriormente definiría como futurismo español.

A partir de la publicación del Manifiesto, podemos diferenciar dos fases del futurismo en España: la primera, que comienza a raíz de la publicación del texto, y una segunda etapa que habría que situar en 1928, fecha del viaje que realiza un viaje a España. Esta división también se puede hacer en el ámbito estético y político, ya que el primer periodo correspondería a la difusión de las ideas estéticas y el segundo tendría una dimensión netamente política. Marinetti llegaría a difundir un ideario disuelto en la dimensión del fascismo mussoliniano –un periodo de supervivencia dentro del grupo que nada tenía que ver con el carácter renovador de los años diez–, de carácter propagandístico, que antecedía su entrada, un año después, a la Academia de Italia.



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3 comentarios:

Patricia dijo...

¡Impresionante! Gracias, gracias, gracias por esta inmersión al futurismo.

Amputaciones dijo...

'Estoy trabajando en ello', pero me falta tiempo...

Un abrazo.

cleopatra dijo...

Y me zambullo en el futurismo, desde tu hilo conductor.

Muchas gracias Diego y besos, todos.

Cecilia