Vía correo electrónico me llega el siguiente texto. Considero que merece que se haga público.
* * *
"La experiencia de COMPARTIR en la Acampada contra la Precariedad y por una Vivienda Digna.
Llevamos cuatro meses, desde finales de mayo hasta este momento, acampados enfrente de la salida del metro de Ciudad Universitaria en Madrid. Durante todo este tiempo hemos ido generando las condiciones para que ahora podamos decir que esta acampada es un auténtico lugar de acción social de base donde la colaboración, la ayuda mutua y el compartir han cobrado su pleno significado.
Llevamos cuatro meses, desde finales de mayo hasta este momento, acampados enfrente de la salida del metro de Ciudad Universitaria en Madrid. Durante todo este tiempo hemos ido generando las condiciones para que ahora podamos decir que esta acampada es un auténtico lugar de acción social de base donde la colaboración, la ayuda mutua y el compartir han cobrado su pleno significado.
La acampada surgió como iniciativa de la Asamblea contra la Precariedad y por una Vivienda Digna de Madrid. Después de que la policía desalojara el intento de acampada en el Paseo del Prado y en las cercanías del museo Reina Sofía en mayo, se pidió ayuda a la Universidad Complutense para poder continuar nuestra actividad de resistencia pacífica en el Campus. La última semana de mayo, justo antes de las elecciones, hubo algunas/os compañeras/os de la Asamblea que querían levantar el campamento pues consideraban que la acción había terminado, pero otras/os no estábamos de acuerdo con esta decisión y decidimos convertirnos en autónomos respecto a la Asamblea, aunque seguimos compartiendo los mismos objetivos y trabajando en otras acciones. La Acampada contra la Precariedad y por una Vivienda digna, a partir de ese momento se ha convertido en un lugar autogestionado funcionando perfectamente con una asamblea realmente horizontal que siempre toma las decisiones por consenso.
El campamento está constituido por personas de muy variada procedencia y edad, hay jóvenes universitarios, activistas, trabajadores precarios como personas inmigrantes o autóctonas y también se han unido personas que viven en la más absoluta precariedad y exclusión como las personas sin techo. Somos un grupo diverso que suma la energía de los jóvenes con la experiencia de realidad de los más excluidos que sufren en primera línea la injusticia.
La convivencia y la integración de todas/os en el grupo han dado a luz la experiencia de compartir: Todas/os compartimos nuestro dinero para pagar el transporte, comprar comida, cosas que hagan falta o tabaco; compartimos y distribuimos el trabajo y nuestras experiencias en la vida, nuestros conocimientos, reflexiones e iniciativas en las horas de diálogo. Estamos experimentando que la autoestima y la dignidad de las personas precarias que vivían en la calle está creciendo. En pocos días han dejado de ser "sin techo" para sentirse en un hogar familiar, que no tiene lazos de sangre, pero sí de personas que dicen siempre lo que piensan con absoluta sinceridad y que, sin prejuicios, se preocupan las unas de las otras. Un ejemplo puede ser Jesús, un hombre de unos 45 años, enfermo de cáncer terminal, que vivía en la calle como él dice "durmiendo en una piedra". Agradecía a los compañeros del grupo que le hubieran dado una tienda y un colchón y decía que estaba agotado de pedir en las instituciones ayuda y asistencia en su situación de necesidad. Tanto él como el resto de compañeras/os están recuperando la esperanza y la creencia en sí mismas/os y saliendo de la exclusión a la que nunca entraron por sus propios pies, sino que ha sido nuestra misma sociedad la que la produjo (cada uno de los que vuelven la cara ante la pobreza y otros problemas sociales o personales). Por ejemplo, algunas personas dependientes del alcohol, están dejando de beber con la única terapia de la compañía y de la sinceridad con la que comunican las cosas el resto de compañeras/os.
Estamos ofreciendo comida y una tienda de campaña e incluso se prevé dar apoyo para buscar trabajo a todas las personas precarias o sin techo de Madrid, para que puedan tener una alternativa al olvido de los políticos y juntos generemos nuevas ideas para cambiar esta situación.
Auguro un movimiento social fuerte y real enraizado en este grupo al que se han unido personas que han experimentado la injusticia en su propia piel y han descubierto que hay personas jóvenes y mayores que luchan contra ésta y junto a ellas/os con muchas ganas. Las iniciativas y proyectos que se están generando en asambleas horizontales y en espacios de mucho diálogo están llevándose a cabo de forma natural, con paciencia y concienzudamente. Ahora sí que hay un verdadero trabajo comunitario sin un pequeño subgrupo de personas dirigentes ni falsas ONGs directivas; todas/os los compañeros de la acampada son activistas sociales en el pleno sentido de la palabra.
El campamento está constituido por personas de muy variada procedencia y edad, hay jóvenes universitarios, activistas, trabajadores precarios como personas inmigrantes o autóctonas y también se han unido personas que viven en la más absoluta precariedad y exclusión como las personas sin techo. Somos un grupo diverso que suma la energía de los jóvenes con la experiencia de realidad de los más excluidos que sufren en primera línea la injusticia.
La convivencia y la integración de todas/os en el grupo han dado a luz la experiencia de compartir: Todas/os compartimos nuestro dinero para pagar el transporte, comprar comida, cosas que hagan falta o tabaco; compartimos y distribuimos el trabajo y nuestras experiencias en la vida, nuestros conocimientos, reflexiones e iniciativas en las horas de diálogo. Estamos experimentando que la autoestima y la dignidad de las personas precarias que vivían en la calle está creciendo. En pocos días han dejado de ser "sin techo" para sentirse en un hogar familiar, que no tiene lazos de sangre, pero sí de personas que dicen siempre lo que piensan con absoluta sinceridad y que, sin prejuicios, se preocupan las unas de las otras. Un ejemplo puede ser Jesús, un hombre de unos 45 años, enfermo de cáncer terminal, que vivía en la calle como él dice "durmiendo en una piedra". Agradecía a los compañeros del grupo que le hubieran dado una tienda y un colchón y decía que estaba agotado de pedir en las instituciones ayuda y asistencia en su situación de necesidad. Tanto él como el resto de compañeras/os están recuperando la esperanza y la creencia en sí mismas/os y saliendo de la exclusión a la que nunca entraron por sus propios pies, sino que ha sido nuestra misma sociedad la que la produjo (cada uno de los que vuelven la cara ante la pobreza y otros problemas sociales o personales). Por ejemplo, algunas personas dependientes del alcohol, están dejando de beber con la única terapia de la compañía y de la sinceridad con la que comunican las cosas el resto de compañeras/os.
Estamos ofreciendo comida y una tienda de campaña e incluso se prevé dar apoyo para buscar trabajo a todas las personas precarias o sin techo de Madrid, para que puedan tener una alternativa al olvido de los políticos y juntos generemos nuevas ideas para cambiar esta situación.
Auguro un movimiento social fuerte y real enraizado en este grupo al que se han unido personas que han experimentado la injusticia en su propia piel y han descubierto que hay personas jóvenes y mayores que luchan contra ésta y junto a ellas/os con muchas ganas. Las iniciativas y proyectos que se están generando en asambleas horizontales y en espacios de mucho diálogo están llevándose a cabo de forma natural, con paciencia y concienzudamente. Ahora sí que hay un verdadero trabajo comunitario sin un pequeño subgrupo de personas dirigentes ni falsas ONGs directivas; todas/os los compañeros de la acampada son activistas sociales en el pleno sentido de la palabra.
¡Enhorabuena compañeras/os! ¡Lo estamos consiguiendo!
Os animo a todas/os a que participéis con nosotras/os en la acampada y si no podéis venir que colaboréis con ideas, económicamente o creando en mismo movimiento en vuestras ciudades. Somos muchas/os, pero podemos ser más. Ahora es el momento.
Un abrazo a todas/os.
Jesús
Colectivo Queda la Palabra
Email: quedalapalabra@gmail.com"
[Cortesía de ALFREDO]
4 comentarios:
¿Por qué no nos dejamos de este tipo de gilipolleces y en cambio no nos unimos en defensa del reconocimiento legal de las propias anomalías del ciudadano sin que se nos mire como bichos raros?. ¿Por qué no pateamos las calles reivindicando la pedofilia, la zoofilia y demás filias tan mal consideradas por esta sociedad de moral única que nos ha tocado en desgracia?.
Dejémonos de mamarrachadas y seamos libres al fin. Pedofilia y ternura, como etiquetó recientemente Saa Viccenzo a una de sus memorables golosinas blogueras. Es inconcebible que sea admitida la homosexualidad y el matrimonio entre personas del mismo género y, en cambio, no se pueda amar a un/a menor, por ejemplo, so pena de linchamiento.
Y a los que quieran vivienda digna,les aconsejo que revisen EL PISITO. O sea, echémosle humor negro a la cosa.
¡La revuelta sadiana contra la tibieza reformista! ¡Di que sí!
A mí me jode también un poco -o un mucho- que anden -o andemos- mendigando una vez más a Papa Estado, cuando lo que habría que hacer es ocupar los edificios que se ven al fondo de la fotografía. ¡Total para lo que sirven...!
En fin, no te me soliviantes tanto que hay sitio pa' to's y pa' to'as...
Por cierto, había olvidado felicitarte por tus 'Infancias Verdes'....
¿Has pensado en publicar la serie completa en forma de e-book? Facilitaría la lectura.
Por lo de Infancias: Pues no... No estaría mal... Sería maravilloso. El mejor homenaje que puedo dejarle a mi difunto padre. Aunque a lo mejor se revolvía sobre su tumba. ¡Ja, ja, ja!. Tienes el texto a tu entera disposición. Saludos.
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