Los duendecillos de blogger andan en plan cabroncete desde ayer. Hacen y deshacen a su antojo y no me permiten llevar a cabo añadidos, cortes y correcciones que creía pertinente realizar en lo último que lancé a la Red. Sea, me rindo. O al menos en parte, porque no me voy a quedar sin soltar ahora un je-me-souviens que ayer, irónicamente, olvidé incluir en el homenaje a Frank Zappa. O lo que sea.
Quería decir algo así:
Recuerdo cuánto me alegró que Tanino Liberatore, uno de mis dibujantes preferidos, transformase a Zappa en un Ranxerox con matamoscas en la portada del disco The Man from Utopia, publicado a comienzos de los ochenta.
Es todo. Gracias por su atención.
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