martes, 14 de octubre de 2008

VOCES. Entrevista con Stefano Tamburini



¿Cómo nace Ranxerox?

Ranxerox nació en un autobús, en una ocasión en la que volvía de la Universidad tras una serie de enfrentamientos con la policía, en el 77. Había aquella fotocopiadora, usada, tratada a patadas por varios estudiantes de la Universidad, y se me ocurrió que podía dejar de ser una simple fotocopiadora de la realidad para transformarse en una cosa más activa y más bélica y, luego, que podía ser transformada en un robot por un estudiante de bioelectrónica. Es lo que dibujé precisamente en el primer número de Cannibale, que era en blanco y negro. Ranxerox era mucho más seco, más delgado y fibroso, tal vez menos espectacular de lo que es ahora, que es tan colorido, tan hiperrealista. Seguramente aquel Ranxerox estaba sin duda más politizado, más vinculado al Movimiento de aquel periodo.

¿Del 77?

Sí, pero luego se desligará de aquello; es decir, se convertirá en un superhéroe musculoso, más a lo Marvel.

En Cannibale aparecía ese primer aspecto de Ranxerox, definido como “un sujeto social”. ¿Qué entiendes por sujeto social?

Por sujeto social entendía entonces un cierto tipo de personajes que se estaban afirmando en Roma de forma muy prepotente, y era –creo- un fenómeno que no afectaba sólo a Roma, sólo que en Roma eran definidos mediante la etiqueta de “macarras” [coatti], personajes que no eran exactamente ladrones, aunque robaban radios de coche, estéreos, etc., aunque también eran traficantes de droga y habituales de las discotecas; gente muy ruidosa, en general.

Mientras el sujeto social de los ochenta era entonces una simple premonición, ahora se ha convertido en una dura realidad, en el sentido de que, ayer en la estación Termini, me atacó uno de estos “sujetos sociales” que intentaba robarme la chupa. Me defendí bastante bien, debo decir.

Es bonito llamarlos sujetos sociales…

Sin duda son sujetos y quizá son vagamente asociales, pero hay que tenerlos muy muy en cuenta; no se puede hacer como si no existiesen, sobre todo cuando vives a diez metros de distancia de uno de los lugares donde se reúnen.

Ranx ama a Lubna, una criaja de trece años, y está obligado a amarla por toda la eternidad debido a un cortocircuito…

Científicamente, eso se llama “loop”: un mensaje programado que vuelve a hacer siempre el mismo recorrido. Así que está condenado a amarla hasta que se golpee la cabeza en sentido exactamente contrario, y así escapar.

¿Y no vas a hacer que se la golpeen nunca? Porque Lubna no le cae simpática a casi nadie…

Lubna es antipatiquísima porque he volcado muchísimo de mis historias sentimentales en negativo.

Me gustaría saber si la violencia que narras en tus historias es una violencia que suprimes en ti mismo y que, en consecuencia, expresas a través del relato.

En mi opinión, y también en la de Tanino, es como el uso de la nata montada en las películas de Charlot; es decir que cada puñetazo es como un tartazo en la cara. En fin, dado que estamos en los años ochenta, no hay que tomarse todo al pie de la letra. Está claro que un puñetazo repetido cinco veces en una misma revista, igual que veinte personas asesinadas en lugar de una, tiene un efecto cómico, no un efecto dramático, al menos en nuestra opinión.



Tus tebeos siempre han pasado la censura a pesar de la violencia que contienen; sin embargo, en ciertas ocasiones no pasa lo mismo con los desnudos de Ranxerox.

Sí, con los desnudos masculinos.

Y ahora ha pasado en Heavy Metal

En efecto, ahora ha pasado en Heavy Metal… Pero el problema era si hay que censurar el pene en erección; y de hecho han puesto una cubierta en las escenas en las que se veía el órgano genital de Ranxerox; es decir, que han alargado la viñeta, lo han cubierto con un dibujo.

Mientras que en Francia llevaron a cabo un trabajo de tipo censor con la sangre; la colorearon de rosa shocking diciendo: “No es sangre auténtica, es falsa. Deberíais reíros porque, como veis, es sangre rosa, no es sangre roja”; mientras que nosotros, sin embargo, la habíamos dibujado en rojo.

Recientemente ha tenido lugar un feliz encuentro entre Tanino Liberatore, Frank Zappa y tú; de ese encuentro ha salido la cubierta de un disco.

El encuentro se produjo en estos términos: Zappa vio, gracias a una amiga nuestra, el álbum de Ranxerox en Milán y quiso conocer perentoriamente a la pareja de personas que realizaba a aquel personaje, porque tenía en mente hacer un cuádruple álbum con un cuadernillo de cómic en el interior en el que su personaje –es decir, el personaje de Frank Zappa, guitarrista, compositor, etcétera- se fusionaba con el personaje de Ranxerox, juntando la mosca y el bigote con las gafitas, con todas las desaventuras que le habían sucedido en la gira italiana, en la que verdaderamente las había pasado de todos los colores: había tenido que dormir bajo el escenario porque no le encontraron hotel la noche que llegó a Milán, había tenido que luchar contra los mosquitos, había pasado la gripe, lo habían llevado a un hospital en el que no tenían medicinas. Resumiendo, decía que no volvería a tocar más en Italia y quería sacar un tebeo de toda aquella aventura.

Pero las negociaciones continuaron luego entre él y Tanino, el dibujante de Ranxerox, porque la casa discográfica le dijo simplemente que no se podía hacer una historia completa, que costaba demasiado y que, en consecuencia, sólo podía realizarse la cubierta. Discutimos un poco sobre esto entre los tres y después la cosa continúo entre Frank Zappa y Tanino, en torno a ideas de Frank Zappa, que quería aparecer representado con una especie de matamoscas-batuta de director de orquesta.

Un proyecto que, sin embargo, va para adelante y que se está definiendo es una película de producción francesa. ¿Cómo están las cosas?

La película es todavía top-secret, en el sentido de que hemos firmado un contrato en el que hemos cedido los derechos del personaje del primer álbum. Hay un guionista francés trabajando en ello, y yo tendré que ir para allá y ver el guión con él.

¿Es difícil trabajar alejados, Liberatore en París y tú en Roma?

No, porque hemos trabajado durante tanto tiempo juntos que la verdad es que ahora nos conocemos de memoria, y además nos dejamos completa libertad. En el sentido de que yo hago guiones en los que, a veces, dejo un amplio espacio en lo que respecta a los encuadres, las ambientaciones, mientras que, en otras ocasiones, soy muy rígido en lo que respecta incluso al material con el que es reconstruido un monumento celebre o una parte de Roma; por ejemplo, el Coliseo debía estar hecho en plexiglás, pero Tanino lo hizo en cemento armado. Éste es el único desacuerdo que hemos tenido.

Es muy difícil dibujarlo en plexiglás, porque parece que dibujar plexiglás rosa es algo muy difícil.

¿Qué proyectos tenéis para Ranxerox? ¿Estáis siempre de acuerdo sobre el futuro del personaje?

A Ranxerox yo tengo en mente hacerlo morir en el tercer álbum, y además hacer que muera dos veces; después, en la película, no sé, porque será una persona y no un ser dibujado. Por otro lado, tenemos en mente a otro personaje, que es un personaje femenino (Molissa Fricke). Estará dibujado en blanco y negro, y no en color, porque la mayor dificultad en sacar adelante Ranxerox, que es una especie de serial tipo Dallas, es que cada actor está dibujado con una precisión y un trabajo que requiere meses y, en consecuencia, Tanino me ha asegurado que, por ahora, sólo puede dibujar cinco páginas de Ranxerox al mes.

Un periodista francés de izquierdas vino a decirme: “Ranxerox es fascista porque masacra a gays sadomaso. ¿Qué tienes tú contra los gays?” Yo le dije que no tengo nada contra los gays, pero odio a los que se disfrazan con cosas de cuero, que tienen locales sólo para ellos donde no pueden entrar las mujeres, donde no pueden entrar los hombres, donde sólo pueden entrar esa especie de bestias bigotudas vestidas de cuero. Y él me dijo: “De acuerdo, a mí también me resultan antipáticos, pero de ahí a triturarlos…” Bueno, claramente éste el efecto de la tarta en la cara del que te hablaba antes. Al final lo convencí, incluso en cuanto a la gitanilla (que vende rosas y a la que Ranx tritura la mano), que era lo que de verdad no tragaban.

Un efecto hilarante, dices…

No, ¡un efecto liberador! Nadie trituraría de verdad la mano a la gitanilla, pero todos piensan que resulta molesta.

[ENTREVISTA CON LAURA PONTA CUTOLO, RAITRE, 1984]





1 comentario:

Craft dijo...

Hace sólo un par de semanas me preguntaba mientras recordaba mi vida en los ochenta, previo a internet y los i-pod, que sería de Ranxerox. Es una de esas cosas perdidas, que pudieron ser tan importantes en nuestra adolescencia y que hoy dudo que se recuerden...si hasta un pibe argentino de hoy no debe saber qué era el Eternauta...¿sabrá un muchacho italiano quién era Corto Maltés?