martes, 14 de mayo de 2019

VOCES. Un recuerdo de Topor - Fernando Arrabal (2015)




Extraño a Topor cada vez más…:

Topor fue fiel a sus nueve prometidas y a sus nueve obras de teatro. No sabía mentir. Ese era, en su opinión, su mayor defecto. 

-          - ¿Qué haces en Roma [Juvenal], tú que no sabes mentir?

… ¡una prometida era tan inteligente y tan comunista! Con la cabeza de Hegel y los sueños de Tysson. Era una criatura tan alegre y masculina. Topor afirmaba que ella era capaz de soportar su presencia, de bromear, de largarle discursos de mujer fatal o de camionero con el mono. Topor escribió una obra

 …una prometida amaba el deporte. Se metía en la bañera mientras él la escuchaba sentado en el bidé, olvidando la guerra, ¡olvidándolo todo! Topor no estaba muy lejos del Edén o de un tanque, por más que la idea de competición, incluso de competición deportiva, le pareciera indecente. Topor escribió una obra

…una prometida estaba fascinada por Lacan, Freud y el psicoanálisis. A veces, ella y él tumbados en la cama, casi dichosos, él la escuchaba como si la recibiera en morse. Era obscena. Vertiginosamente, como una marimacho. Topor escribió una obra

…una prometida tenía cuerpo de buzo y corría con los pies descalzos por el pasillo de su apartamento. La primera noche, antes de agarrar su polla como un hombre, le dijo por dos veces: “solo la gente estúpida se aferra a una idea sin cambiar jamás”. Ella pensaba en su separación desde el primer momento. No había conocido más que una señal de tráfico: “cuidado con el amor”. Topor escribió una obra


…una prometida leía y le gustaban Milton y Spinoza… al mismo tiempo. Al oírla hablar de Milton, uno habría pensado que metía su cabecita entre las fauces de su enorme león. Allí se quedaba, tan contenta, declamando su monólogo de actriz. Topor escribió una obra

…una prometida, brevemente y por teléfono, le informó de que había alquilado una habitación en otro lugar, lejos de él. Como otras habían hecho antes… para preservar su identidad. Topor escribió una obra

…una prometida fue pintada por él, con una serpiente enroscada a una pierna y la cabeza apuntando hacia el pubis del deseo. Él aceptó el destino y la separación como un estoico – sin fronteras. Topor escribió una obra

…una prometida cayó en paracaídas, los labios acogedores, sobre su propia cama. Topor escribió una obra

En cada una de las separaciones que vivió, siempre me pareció que era como si descubriese aquel momento “por primera vez”. Topor escribió una obra

-          - Pero… ¿qué es esa letanía que el “personaje” de tu dibujo escribe… sobre la almohada de su prometida…?

-         -  …qué más da, Arrabal. Algo sin importancia alguna, la verdad.

…”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero” ”te quiero”. Topor escribió una obra

[Texto publicado en francés en La Règle du Jeu]

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